domingo, 30 de junio de 2013

DIARIO DE CAMPO N.-9



CAPÍTULO 4
LA CUESTIÓN DEMOCRÁT ICA





  La democracia es un sistema frágil que una crisis grave puede derribar y que necesita un largo arraigo histórico para consolidarse La democracia necesita un parlamento representativo salido de unas elecciones, la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, pero necesita también una pluralidad de concepciones y opiniones antagonistas en la arena política, libertad de prensa, de medios de opinión, respeto a los derechos individuales, protección de las minorías ideológicas o de origen. La democracia parlamentaria, por muy necesaria que sea, es insuficiente. Incluso está en vías de desvitalizarse allí donde el pensamiento político pierde vigor; hay un gran desinterés ciudadano y una considerable incapacidad para afrontar los grandes desafíos de la era planetaria.
Habría que concebir y proponer las diferentes modalidades de democracia participativa, sobre todo a escala local. Sería útil despertara los ciudadanos y fomentar su interés, necesario para la regeneración del pensamiento político, que, a su vez, regeneraría las vocaciones militantes para hacerse cargo del gran problema La democracia participativa permitiría discutir, a nivel local, problemas de interés nacional e incluso planetario. Este tipo de democracia puede ser e! remedio para las esclerosis e insuficiencias de la democracia representativa. Pero también comporta ciertos peligros, como la infra rrepresentatividades



CAPÍTULO 5
LA DEMOGRAFÍA

       

Para Europa una instancia competente que examinase e! problema delas migraciones, sobre todo en función de los eventuales aumentos migratorios que el calentamiento climático, las múltiples perturbaciones debidas al empeoramiento de las condiciones de vida en las zonas sujetas a la desertificación, la escasez y la contaminación de! agua, las inundaciones y la más que probable exacerbación de los conflicto actuales (Oréeme Medio y Asia) provocarán en el futuro. Pero, mientras ese deterioro probable (pero evitable) no se produzca, convendría abolir las prohibiciones en las fronteras (lo cual haría desaparecer las mafias que organizan el tráfico clandestino de personas) y dejar a los seres humanos la libertad de circular que tan gustosamente se concede las mercancías y a los capitales. Correlativamente, si los países pobres desarrollaran una agricultura de subsistencia y las reformas económicas y sociales que propugnamos en este libro, las tasas de emigración disminuirían progresivamente por sí solas.



CAPÍTULO 6
LOS PUEBLOS INDÍGENAS




Deberíamos unir la defensa de estos pueblos raíz a la de los nómadas,roms, saharauis y otros, encajados entre fronteras artificiales, y ala de las sociedades tribales amenazadas también por una integracióndesintegradora, la de las pequeñas etnias empujadas a regiones remotas,desheredadas, forestales o demontaña. En total, trescientos millonesde seres humanos amenazados en sus culturas y, a menudo, en susvidas.Deberíamos crear instancias planetarias que pudieran salvaguardara estos pueblos y sociedades de la humanidad arcaica. Existe unpatrimonio cultural de la humanidad protegido por la UNESCO, peroel patrimonio cultural no consiste sólo en monumentos, arquitectura,arte y paisajes, también consiste en la existencia de las sociedades humanasmadres, ricas en cualidades que nosotros hemos perdido y quepodríamos y deberíamos recuperar a través de ellas. Su existencia,que es en sí misma resistencia a la barbarie de la civilización evolucionada,es una resistencia civilizadora.



CAPÍTULO 7
LA VÍA ECOLÓGICA



  


El problema de la ciudad ya se ha abordado desde el punto devista de los transportes y el hábitat. Lo volveremos a tratar en un capítuloespecífico. Lo que se estudia en este apartado es el problemade las megalópolis, donde la ciudad como tal se ve asfixiada por unárea metropolitana informe. Ya hemos hablado de una política dedesobstrucción, mediante la peatonalización y el desarrollo de transportespúblicos no contaminantes en los centros urbanos. Cabe añadirque es posible considerar una desmegalopolización en beneficiode las ciudades medias, y también la repoblación de los pueblos y aldeas.Los pueblos moribundos pueden revitalizarse mediante la reincorporaciónde jóvenes y el desarrollo del teletrabajo. Se pone de manifiestoel problema doble y correlativo de la humanización de las ciudades y la revitalización del campo que requiere de una política de civilización.La tendencia a la concentración económica, administrativa, escolar y sanitaria, inspirada por motivos puramente cuantitativos, debería invertirse.











No hay comentarios:

Publicar un comentario